Tatajuba
Un paraíso escondido en la costa de Ceará
Ubicada entre Camocim y Jericoacoara, en la costa occidental de Ceará, la Playa de Tatajuba es uno de los destinos más auténticos y impresionantes del nordeste de Brasil. Situada a unos 25 km al oeste de Jericoacoara, Tatajuba se encuentra dentro del Parque Nacional de Jericoacoara, lo que preserva una atmósfera prístina y natural que la convierte en un verdadero refugio para los amantes de la naturaleza y del mar.
Tatajuba es conocida internacionalmente como uno de los principales destinos de kitesurf de Brasil, atrayendo riders de todo el mundo en busca de vientos constantes, aguas cálidas y paisajes espectaculares. El paisaje está definido por enormes dunas móviles, la famosa Duna do Funil (Morro Branco), una de las dunas más altas de la costa de Ceará, y las lagunas de agua dulce como Lagoa Grande y Lagoa Verde, donde los visitantes pueden relajarse en hamacas suspendidas sobre aguas cristalinas.
Playa de Tatajuba
- Temporada alta de kitesurf: normalmente de junio/julio a enero
- Vientos fuertes en los meses pico: aproximadamente 17–30 nudos
- Secciones de aguas tranquilas ideales para progresar y hacer estilo libre.
- Dirección del viento confiable (a menudo lateral/lateral-costa afuera) para sesiones más seguras
- Dirección del viento confiable (a menudo lateral/lateral-costa afuera) para sesiones más seguras
- Un ambiente más tranquilo y menos concurrido en comparación con los centros más grandes cercanos.
Qué hace especial a Tatajuba
Duna do Funil
Una de las dunas más altas de la costa de Ceará, perfecta para practicar sandboard y disfrutar de vistas impresionantes.
Lagunas de agua dulce
Lagoa Grande y Lagoa Verde ofrecen aguas cristalinas y hamacas para una relajación total.
Paseos en barco tradicionales
Local fishermen offer tours along the Tatajuba River, revealing seahorses and rich wildlife.
Parque Nacional de Jericoacoara
Área natural protegida que asegura playas prístinas y experiencias auténticas.
Además de ser un paraíso para los kitesurfistas, Tatajuba también es muy apreciada por quienes disfrutan del ecoturismo y la autenticidad. Los visitantes pueden explorar las dunas en paseos guiados en buggy, deslizarse por la arena en el tradicional “esquibunda”, o realizar un paseo en barco por el río Tatajuba, donde pescadores locales muestran caballitos de mar y la rica vida silvestre de la zona.
Más remota y tranquila que Jericoacoara o Preá, Tatajuba ofrece un refugio ideal para quienes buscan tranquilidad, privacidad y una conexión profunda con la naturaleza. Es el lugar perfecto para relajar la mente, bajar el ritmo y desconectarse del mundo, dejando que el tiempo fluya al compás del viento y las olas.